Dra. Lisa Sinclair
Oct 7, 2021
¿Es la necesidad lo mismo que la llamada?
“Desde el principio en el camino de mi fe, entiendo que mi llamada fue a Jesús. Fui llamada para seguirlo, morar en Él, depender de Él. Obedecerlo. Sin importar mis circunstancias...
Nota del editor: La Dra. Lisa Sinclair es una enfermera psiquiátrica de medicina general y médica misionera jubilada. Ella es escritora, editora, miembro del equipo de liderazgo de la iglesia y asesora de misiones. Ella es la mamá de la Reverenda Elisabeth y escribió este artículo en respuesta a las preguntas sacadas de Proverbios 31 la mujer al parecer tiene un perfecto criterio entre la necesidad y la llamada.
“Desde el principio en el camino de mi fe, entiendo que mi llamada fue a Jesús. Fui llamada para seguirlo, morar en Él, depender de Él. Obedecerlo. Sin importar mis circunstancias, esto fue y es mi primera llamada y otras consideraciones son secundarias.
Este entendimiento de la llamada fue influenciada profundamente por nuestro anterior pastor y mis mentores vitalicios, Stuart y Jill Briscoe. Ellos siempre dijeron y modelaron ( incluso en los 90s ) que estamos para aceptar cualquier petición para atender las necesidades de los ancianos a no ser que no podamos. Esto también significó un “ sí ” a casi cada necesidad presentada. Esto también significó culpa sobre decir “ No”. A través del tiempo aprendí que lo que estaba correcto para Stuart y Jill no era necesariamente correcto para mí. Algunos de nosotros llegamos a ser más sensibles y receptivos a las necesidades que nos rodean, mientras otros de nosotros debe desarrollar limites que dan vida.
Algunas veces estoy desequilibrada, balanceándome como un péndulo entre necesidad y llamada pero Dios es mi centro de anclaje, donde necesidades y llamadas no se conflictúan. Cuando yo estoy “centrada,” grandes necesidades, adentro y afuera, pueden jalarme, pero yo puedo pacíficamente en oración ofrecérselas a Jesús. Orando, puedo reflexionar sobre mis experiencias de consolación y desolación y obtengo una respuesta.
En mi vida, ha habido muchas llamadas dentro de la primera llamada a Jesús: una llamada para casarme con votos para toda la vida; una llamada para trabajar en las misiones en Mali, al oeste de Africa; una llamada a la profesión, educación y aprendizaje de idiomas. Todo lo mencionado anteriormente abrió las puertas para abordar las necesidades. Como dijo la Madre Teresa, “ No todos nosotros podemos hacer grandes cosas. Pero podemos hacer cosas pequeñas con mucho amor.” Con frecuencia he cometido errores en discernir cuando decir sí o no a las necesidades que enfrento. He experimentado confusión y frustración en el largo trabajo de desenredar necesidad de llamada. Todavía estoy aprendiendo un paso diariamente en las huellas de nuestro Señor. La llamada es siempre a Él; algunas veces la necesidad es obviamente correcta en ese camino, pero algunas veces no es tan clara. Y algunas veces no tengo idea de cómo responder y me equivoco en mi respuesta. Pero como me rindo en mi (poco ) amor y pocas acciones, Jesús me centra. ÉL bendice mis ofrendas y mis fracasos y me invita a seguirle.